miércoles, 16 de junio de 2010

POEMAS

Ciudad bajo el relámpago

A medianoche corre su caballo
(Jobel, zacatonal, valle para el galope).
Buen jinete, el espanto
espolea —hasta el relincho— la bestia ante la casa
donde yace dormida la memoria.

Hora de recordar los muertos.
Ven, busca tu hijo, soltera.
Viudo, tienta la almohada aún tibia. Y tú, asesino,
remeda el estertor violento de tu hermano.

Zigzaguea en el cielo un resplandor de espada.
A esta lívida luz
¡qué honda es la cicatriz del ceño trágico!




Charla

...porque la realidad es reducible
a los últimos signos
y se pronuncia en sólo una palabra...

Sonríe el otro y bebe de su vaso.
Mira pasar las nubes altas del mediodía
y se siente asediado (bugambilia, jazmín,
rosal, dalias, geranios,
flores que en cada. pétalo van diciendo una sílaba
de color y fragancia)
por un jardín de idioma inagotable.




Desamor

Me vio como se mira al través de un cristal
o del aire
o de nada.

Y entonces supe: yo no estaba allí
ni en ninguna otra parte
ni había estado nunca ni estaría.

Y fui como el que muere en la epidemia,
sin identificar, y es arrojado
a la fosa común.




Destierro
Hablábamos la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio
igual al de las piedras.
Éramos el abrazo de amor en que se unían
el cielo con’ la tierra.

No, no estábamos solos.
Sabíamos el linaje de cada uno
y los nombres de todos.
Ay, y nos encontrábamos como las muchas ramas
de la ceiba se encuentran en el tronco.

No era como ahora
que parecemos aventadas nubes
o dispersadas hojas.
Estábamos entonces cerca, apretados, juntos.
No era como ahora.




Destino


Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.

El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.

Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.

El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
—antes que lo devoren— (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.

Damos la vida sólo a lo que odiamos.

CASTELLANO

CAPITULO III

Rosario castellano reflejo sus propios sentimientos se reflejan en sus escritos: en el cuento Primera revelación describe su experiencia de niña discriminada frente a su hermano; el poema en prosa Lamentación de Dido se inspira en el desamor de su amor de muchos años, Ricardo Guerra.

Sus últimos años los dedicó al servicio exterior.

Su obra trata temas políticos, ya que concebía al mundo como "lugar de lucha en el que uno está comprometido", como lo expresó en su poemario Lívida Luz. Consideraba la poesía como "un intento de llegar a la raíz de los objetos" mediante la metáfora.

En las novelas de Rosario Castellano no existen las historias de amor: si acaso de cálculos, complejos y desprecios.

Su tema lo trataba ligado con lo cotidiano y con el interés por el papel de la mujer en la sociedad y por la crítica del enfoque sexista, ejemplificado por su cuento Lección de cocina: cocinar, callarse y obedecer al marido. Su obra de teatro El eterno femenino (1975), tiene carácter feminista.

Dedicó una extensisíma parte de su obra y de sus energías a la defensa de los derechos de las mujeres, labor por la que es recordada como uno de los símbolos del feminismo latinoamericano.

Su vida estuvo marcada por un matrimonio desastroso y continuas depresiones que la llevaron en más de una ocasión a ser ingresada.

Castellanos murió a la temprana edad de 49 años a causa de un desafortunado accidente doméstico.

ROSARIO CASTELLANO

CAPITULO II

En 1957 publicó su primer novela Balúm Canán, el mundo indígena desde la perspectiva infantil.

En 1960 publico su novela ciudad real.

Los convidados de Agosto 1964, su segundo libro de relatos, recrea los prejuicios de la clase media provinciana de su estado natal y Álbum de Familia, 1971, aborda la clase media urbana.

En 1972, Rosario Castellanos reunió su obra en el volumen titulado Poesía no Eres Tú.

Rosario Castellanos radicó en Israel desde su nombramiento como embajadora de México en ese país, donde destacó también como catedrática de la Universidad Hebrea de Jerusalem.


Rosario Castellanos siempre se manifestó como una intelectual que se encontraba en la primera línea de un frente contra la discriminación, la inferiorización y la desigualdad de relaciones y derechos que corresponden a la mujer.

La obra de Rosario Castellanos tiene el precedente de sus tiempos. Era la época en que la literatura seguía signada por la obra del hombre, por lo masculino. Frente a ello, la autora buscaba una forma distinta de existir como mujer.

capitulo I

*Rosario castellano cultivo todos los generos, especialmente la poesia, la narrativa,y el ensayo;colaboro con cuentos, poemas, crítica literaria y artículos de diversa índole en los suplementos culturales de los principales diarios del país y en revistas especializadas de México y del extranjero.

*Los convidados de agosto, su segundo libro de relatos, recrea los prejuicios de la clase media provinciana de su estado natal, y Álbum de familia, el tercero y último, los de la clase media urbana. En 1972, Rosario Castellanos reunió su obra poética en el volumen intitulado Poesía no eres tú.

*Publicó su tesis Sobre cultura femenina, la escritora no dejó nunca de incursionar en el ensayo. En vida publicó cinco volúmenes y póstumamente otros dos. De toda su obra, incluyendo su único volumen de teatro.

*Practicó con gran éxito todos los géneros literarios, destacándose especialmente en su obra poética que la ha
convertido en una de las más altas representantes de México en el último siglo.

*Rosario Castellanos conocía las movilizaciones de mujeres en Estados Unidos, Suecia, España y otros países europeos a finales del siglo XIX, y las de México y América Latina que se efectuaron en las décadas de los veinte y cincuenta del siglo XX.

*Rosario Castellanos comparte posiciones con otras intelectuales como Maruxa Vilalta, Elena Urrutia, Pita Amor y Elena Poniatowska quienes también lucharon por los derechos de la mujer mexicana. El feminismo, entonces, se fundamenta en un análisis social, político, filosófico y literario

*en 1953 se reconoció en México el derecho al voto de las mujeres. Ese suceso histórico coincidió con la publicación de los ensayos de contenido filosófico de la escritora chiapaneca.

*Rosario Castellanos estuvo cifrado por el feminismo, reflejando en sus poesías y ensayos la condición femenina de muchas mujeres, es por ello que su vida fue como espejo de las mujeres de su tiempo mediante la expresión de la dualidad aceptación-resistencia de lo regido por la figura ideal y del universo de lo inmediato.

*1948 a 1974, Rosario Castellanos dedicó su vida a crear una obra que la expresara de cuerpo entero, y que al describirla fuese una especie de registro del mundo en el que le tocó vivir; lo femenino en su obra es un tema circular.

domingo, 25 de abril de 2010

ROSARIO CASTELLANO

Rosario Castellanos nació en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925, pero pasó gran parte de su infancia y adolescencia en Chiapas, concretamente en Comitán, al extremo sur del territorio mexicano, lugar que influyó poderosamente en la atmósfera y estilo de sus obras. Hija de una importante familia de terratenientes, fue muy pronto consciente de las injusticias que impedían en progreso de los indios: una compresión que, junto a su carácter introvertido y unas ambiciones intelectuales “impropias” de una mujer, le impidió siempre sentirse integrada en la sociedad caciquil.

Estudió la Maestría en Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se relacionó con Ernesto Cardenal, Dolores Castro, Jaime Sabines y Augusto Monterroso. Estudió también en la Universidad de Madrid con una beca del Instituto de Cultura Hispánica. Fue profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, así como en la Universidad de Wisconsin, en la Universidad Estatal de Colorado y en la Universidad de Indiana. Escribió durante años en el diario Excélsior, fue promotora del Instituto Chiapaneco de la Cultura y del Instituto Nacional Indigenista, así como secretaria del PEN Club. En 1954 fue becada por la Fundación Rockefeller en el Centro Mexicano de Escritores.

Dedicó una extensisíma parte de su obra y de sus energías a la defensa de los derechos de las mujeres, labor por la que es recordada como uno de los símbolos del feminismo latinoamericano. A nivel personal, sin embargo, su vida estuvo marcada por un matrimonio desastroso y continuas depresiones que la llevaron en más de una ocasión a ser ingresada. Castellanos murió a la temprana edad de 49 años a causa de un desafortunado accidente doméstico.